top of page

Claudia en el Laberinto (de AMLO)

Por Eduardo Higuera


A veces, querid@ lector@, el trabajo de sentarse frente una hoja en blanco para abordar un tema con intención de realizar un análisis es mucho más difícil de lo que es saludable. Al final los que nos metemos a escribir lo hacemos por una mezcla de gozo, deber y certidumbre. No obstante, en ocasiones es sumamente arduo explicar de una forma sencilla aquello que nos parece que reviste importancia, al punto de querer trasmitirlo a nuestra audiencia de diez formas diferentes.

El texto que se encuentra leyendo en este momento se adscribe a este tipo de aprietos. No porque no sepa qué quiero comunicarles, sino porque hay tantas formas de abordarlo que me he trabado, al punto de que esta es la quinta versión que inicio.


Cuando Marco, quiero pensar que mi amigo además de mi editor en El Aguachile, y yo hablamos de este texto todo parecía sencillo: la nueva presidenta de México, la primera de nuestra historia se encuentra en un laberinto que no manufacturó ella misma, sino que es obra del líder indispensable del llamado movimiento que ocupa la gran mayoría de los espacios del poder en la actualidad, casi de forma hegemónica si nos atenemos a la definición de Sartori, al punto de  reducir su poder de decisión y tenerla casi maniatada.


Y es justamente la forma de presentar y describir ese laberinto lo que me ha complicado hasta el agotamiento. ¿Es AMLO el monstruoso minotauro que acecha al centro del laberinto o lo es Andy, el recién estrenado líder nacional morenista?, ¿Se debe usar un tono de farsa o extremadamente snob ya que hablamos de mitología griega clásica?, ¿los muros del laberinto son el fanatismo de las bancadas, la espada de Damocles es la revocación de mandato, las reformas constitucionales que no dan espacio a muchas maniobras o todos los “¿o no, Claudia?” que inundaron el sexto informe frente la muchedumbre?


Y es que desde el 2 de junio se ha profundizado esa verdad que muchos no aceptan, México dejo atrás lo que se consideraba la normalidad política y de administración pública antes de 2018, algo que se profundizó el pasado 2 de junio y este cambio enreda mi trabajo. Debo desaprender muchas cosas y por lo tanto no es fácil elegir el estilo del texto, como explique antes.


Y de lo que se debe comentar, ni hablemos, como mencioné hay tanta tela de dónde cortar y posibles acercamientos al tema que se vuelve una jungla textual.


Ya sé que estamos apenas en la primera semana de la primera presidenta pero aún así las condiciones en las que nos movemos no son novedosas, no se acaban de generar con el nuevo gobierno. Por lo menos, se veían venir desde ese diciembre en el que el rayito de esperanza macuspano le levantó la mano a la entonces jefa de gobierno. Ahí empezó el laberinto para la doctora.


A partir de ese punto, pareciera que el neopriista original se hubiera propuesto dejar las peores condiciones posibles para su sucesora.


Enfrentamientos internacionales con, al menos cinco países de importancia para nuestro país, incluyendo un conflicto potencial con nuestro principal socio comercial, todo por mantener un discurso nacionalista bastante absurdo, anclado entre el siglo XIX y XX.


En las finanzas públicas, el endeudamiento supera todo lo ocurrido en este siglo, además de que los cambios constitucionales (sin duda bien intencionados pero cero pensados) generan una mayor carga al estado por las becas clientelares y apoyos sin ton ni son. Todo esto sin aumentar la base de recaudación. Las buenas intenciones heredadas de AMLO parecen cada vez más difíciles de cumplir.


Y de la so called soberanía energética, ni hablar. Pemex se ha vuelto un pozo sin fondo, a pesar de que los nuevos spots hegemónicos hablan de que Pemex está menos endeudada. La verdad es que Hacienda apoyó cono 980 mil millones de pesos ala paraestatal y este año se rebasó en 80% lo presupuestado para este fin en el ejercicio anual. Y de la colocación de 18 mil millones de dólares de deuda en Wall Street para sacar temporalmente a la petrolera del hoyo, nadie dijo nada en el gobierno segundopisero.


Otro de los muchos tramos de este laberinto lo construye la seguridad. No solo se habla de un tercio del territorio nacional bajo control de la delincuencia organizada, sino que le heredó una guerra de baja intensidad en Sinaloa y asesinatos al alza en los primeros días del gobierne de la presidenta. Y la solución parece ser ametrallar las camionetas de los migrantes, a pesar de que se seguirán los abrazos.


Pero, ¿sabe usted querid@ lector@ qué me llama atención?


Si uno es amigo y aliado confía en el otro, al menos eso dice la teoría, se le deja actuar con libertad…a menos que solo exista UN camino y sea el del imprescindible líder.


Y para lo segundo hay mejor camino que dejar una constitución a imagen y semejanza de los deseos del bienamado líder…y que le impidan a la presidenta tomar las decisiones de acuerdo con su entender y visión personal como gobernante.


¿Militarización?, lo ponemos en la carta magna. ¡Destrucción de los contrapesos al poder incluyendo la SCJN y el INE?, ¡a la constitución!, ¿Una revocación de mandato que sirva para controlar a quien se salga del camino de la 4t?, pos lo mismo. Y así las pensiones y becas o cualquier cosa que sirva para apuntalar el proyecto obradorista, no claudista sino el obradorista.


Es quizá por eso que, en esta primera semana, hemos atestiguado un mimetismo que parece de relación toxica de novios, en donde el que manda anula al otro. Y es que toda la herencia no hace más que levantar los muros del laberinto que encierran a la primera presidenta, segunda de la transformación. Las mañaneras, desde el formato hasta los temas son idénticos, aunque más aburridas porque no es tan fácil ser un buen entretainer.


Incluso imitó el proceder ante la nueva emergencia en Acapulco. Por tierra, hasta allá cuando podría llegar más raído por aire, sólo para llegar a la base de la armada y desde ahí “coordinar”. ¿Y la cercanía con el pueblo bueno que la eligió?


Cada uno de los actos o declaraciones que repiten lo hecho en el sexenio anterior no le crean una imagen propia, sino que perpetúan la precepción de un nuevo callismo. ¿Aquí vive la presidenta pero el que manda vive enfrente?


Y es que el diseño de estado que tiene entre manos y, dándose cuenta o no, impulsa Claudia Sheinbaum es uno que trata de perpetuar una sola visión, una sola vía y una sola forma de gobernar que, como dijimos, es heredada y servirá como camisa de fuerzas.


Y ya que estamos en estas cosas, imagine usted mi problema para abordar el tema, si además de esto le sumamos el fanatismo de las huestes guindatransformacionistaobradoristas en el congreso.


¿Cómo podría la primera mandataria establecer, por ejemplo, un nuevo tipo de soberanía basado en energías limpias, avances científicos y participación nacional si los creadores de leyes, además de violarlas constantemente son convencidos de que se debe seguir alimentando el pozo sin fondo de las pésimas fianzas petroleras?


Aunque, para ser sincero, tampoco es un buen ángulo para escribir. Uno de los primeros actos del secretario de López Obrador en Hacienda en el sexenio de Sheinbaum fue emitir deuda por dieciocho mil millones de dólares para continuar el “rescate” del buey de la barranca, mejor conocido como Pemex.


Con todo esto es muy difícil escribir un análisis lineal y comprensible, ¿no cree?


Pero chamba es chamba y yo me comprometí escribir esto para El Aguachile, así que me centra en un solo hecho: el heredero político familiar del líder irrepetible, Andy.


Y es que no deja de llamar la atención que, al menos frente al respetable público, Andrés Manuel López Beltrán haya saltado de nada a uno de los puestos más importantes de la dirigencia nacional morenista. ¿Qué no se supone que él y sus bros eran simples empresarios chocolateros y no les interesaba la política ni la militancia en la nueva hegemonía partidista, AMLO dixit?


Y de nuevo, noes fácil el ángulo o la visión a largo plazo. Quizá sólo es una forma de asegurar el futuro de sus vástagos de un líder que se apaga y cuya salud puede dar muchas sorpresas desagradables en poco tiempo.


O quizá sean ciertos los vaticinios de los más pesimistas y vociferantes y el nombramiento de Andy, el señalado por corrupción y tráfico de influencias hasta el cansancio, solo esta preparando el terreno para una nueva candidatura familia. Algo así como lo que intentaron los Kirchner pero el pingüino tuvo el mal gusto de estirarla antes de poder regresar a la presidencia, con lo que la Cristi fue más fácil de anular.


Por esto, no hay conclusiones el día de hoy. El laberinto existe, excepto para aquellos que no lo quieren ver, y dentro camina Claudia. No sabemos si su papel es de víctima que será devorada por un monstruo incontrolable o de testeo en vestido blanco.


Sigamos atentos la construcción y desarrollo del laberinto, amigas y amigos.

Comments


bottom of page